El campamento de verano de Inteligencia Emocional tiene como objetivo desarrollar habilidades y competencias socioemocionales y de resolución de problemas que ayude a crear estrategias de salud mental en la infancia
La Asociación Salud Mental Salamanca – AFEMC, a través de la sección Infanto-juvenil ha llevado a cabo un campamento de inteligencia emocional dirigido en el que han participado veinticuatro niños y niñas de entre 6 y 10 años. La actividad se ha desarrollado durante quince días.
Los problemas de salud mental tienen un gran impacto en el desarrollo emocional e intelectual de niños y niñas y afectan a su futuro desarrollo individual y su adaptación social. Uno de los factores de protección y prevención es el desarrollo de una base sólida de inteligencia emocional.
La inteligencia emocional es necesaria para un desarrollo emocional saludable y para consolidar lazos afectivos sanos. Por ello la necesidad de desarrollar competencias emocionales desde edades temprana con el objetivo de que los niños y niñas cuenten con más recursos para afrontar las situaciones que se presenten a lo largo de la vida.
Hoy, hemos entrevistado a María Hernández Blázquez, psicóloga y responsable de la sección Infanto-juvenil de la entidad, que aportará las claves para entender porque resulta fundamental desarrollar habilidades y competencias socioemocionales.
¿Cuál es el objetivo del campamento?
El objetivo principal del campamento de inteligencia emocional es el desarrollo de habilidades y competencias socioemocionales y de resolución de problemas que ayuden a desarrollar estrategias de salud mental en la infancia. Estas estrategias actúan como un factor protector que ayudan a los niños y a las niñas a un buen desarrollo individual y social.
¿Qué áreas se trabajan en el campamento?
- Reconocimiento y gestión de emociones: conocer las emociones, reconocerlas en ellos y ellas mismos y en los demás. Aprender a manejar sus emociones y entenderlas.
- Autoconocimiento y autoestima: ayudar a los niños y niñas a tener un mejor conocimiento de sí mismos y de sí mismas, de cómo son, de sus fortalezas y sus logros. El fin es que se sientan seguros y seguras, que tengan confianza en ellos y ellas mismas teniendo una imagen positiva de cómo son.
- Asertividad y empatía: enseñar a los participantes a expresar y comunicar sus sentimientos, ideas y opiniones usando un lenguaje positivo y respetando el punto de vista de los demás y el suyo propio. Aprender a escuchar a los demás y ponerse en su lugar.
- Resolución de problemas: aprender técnicas de solución de conflictos a los que se pueden enfrentar los niños y las niñas en su día a día. Ayudarles a definir el problema y buscar diferentes alternativas.
- Autocontrol y autorregulación: entender y conocer las cosas y situaciones que les molestan y gestionar los enfados y la ira de forma adecuada practicando alternativas a la agresividad.
- Habilidades sociales: ejercitar estrategias para aprender a relacionarnos con los demás y establecer relaciones positivas.
¿Cuál es la población diana del mismo?
El campamento está dirigido a niños y niñas con edades comprendidas entre los 6 y los 10 años procedentes de diferentes centros educativos que quieran aprender a reconocer sus emociones, mejorar su autoestima y poner en práctica habilidades socioemocionales.
¿Por qué resultan fundamentales este tipo de campamentos?
Nuestro campamento brinda a los niños y niñas herramientas y habilidades prácticas para comprender, gestionar y regular sus emociones. La inteligencia emocional es esencial para el bienestar general y el éxito en la vida, ya que las emociones influyen en nuestro comportamiento, relaciones y toma de decisiones. Al aprender a reconocer y manejar sus emociones desde temprana edad, los niños adquieren habilidades clave para enfrentar los desafíos emocionales que enfrentarán a lo largo de su vida.
Además, el campamento fomenta el desarrollo de habilidades sociales y de comunicación asertiva. A través de actividades interactivas y prácticas, los niños aprenden a expresarse de manera clara y respetuosa, a escuchar activamente a los demás y a resolver conflictos de manera constructiva. Estas habilidades sociales son fundamentales para establecer relaciones saludables y satisfactorias con sus compañeros, amigos y familiares.
Asimismo, nuestro campamento de inteligencia emocional promueve la empatía y la compasión en los niños. Al comprender y reconocer las emociones de los demás, los niños y niñas aprenden a mostrar empatía hacia los demás y a responder de manera asertiva ante las necesidades y dificultades de los demás. Esto fomenta un sentido de conexión y solidaridad con los demás, creando una base sólida para la construcción de relaciones positivas y el desarrollo de habilidades de colaboración.
Otro aspecto fundamental es la prevención. Al enseñar a los niños habilidades de inteligencia emocional, se les proporcionan herramientas para enfrentar el estrés, la ansiedad y los desafíos emocionales de manera saludable. Además, se fortalece su resiliencia emocional, lo que les permite afrontar los cambios y adversidades con una actitud positiva y adaptativa.
En resumen, nuestro campamento proporciona a los niños habilidades emocionales y sociales clave que les servirán a lo largo de su vida. Les ayudan a comprender y manejar sus emociones, a establecer relaciones saludables, a mostrar empatía y compasión, y a desarrollar resiliencia emocional. Al invertir en su desarrollo emocional desde temprana edad, se les brinda la oportunidad de crecer como individuos equilibrados, capaces de enfrentar los desafíos de la vida con confianza y establecer relaciones significativas con los demás.
¿Qué aporta este campamento en el día a día de los más pequeños?
El campamento de inteligencia emocional les aporta habilidades para afrontar los desafíos diarios con mayor resiliencia y bienestar emocional. En primer lugar, les ayuda a aprender, comprender y gestionar sus emociones proporcionando herramientas para regular su comportamiento y tomar decisiones. Pueden identificar y expresar sus emociones de manera adecuada, lo que facilita la comunicación con los demás y fortalece sus relaciones interpersonales.
Estas habilidades también tienen un impacto en la calidad de las relaciones sociales de los niños. Aprenden a comunicarse de manera asertiva, a escuchar activamente y a resolver conflictos de manera constructiva. Esto les permite establecer relaciones más saludables con sus compañeros/as, amigos/as y familiares. Además, el campamento fomenta un clima de respeto y tolerancia, lo que contribuye a la creación de entornos seguros.
¿Cómo se pueden estimular las habilidades aprendidas en casa?
En el día a día, los padres pueden estimular las habilidades aprendidas en el campamento proporcionando un ambiente emocional seguro en casa. Pueden fomentar la expresión abierta de emociones y enseñar a los niños a regular su estrés y ansiedad a través de técnicas como la respiración profunda o la relajación muscular. La mejor manera para realizar esto es siendo un modelo para ellos. Por ello siempre se recomienda a los padres y las madres conocer su propio mundo emocional y aprender a gestionar sus propias emociones. Asimismo, los padres pueden practicar habilidades de escucha activa y empatía, brindando apoyo emocional a sus hijos y alentándolos a hablar sobre cómo se sienten y a buscar soluciones a los problemas que enfrentan. De esta manera estaremos consiguiendo conectar con ellos y seremos un modelo de comportamiento a seguir.
¿Qué actividades recomendarías que los padres realicen en casa?
Recomendaría a los padres realizar actividades como juegos de roles donde los niños puedan practicar el reconocimiento y expresión de emociones, así como la resolución de problemas. También pueden utilizar libros, películas o dibujos animados para explorar diferentes emociones y reflexionar sobre cómo los personajes las experimentan y manejan. Otras actividades útiles incluyen la práctica de técnicas de relajación, como la respiración profunda o la meditación guiada, y el fomento de la gratitud y la autorreflexión a través de diarios de emociones o diarios de agradecimiento.
¿Qué áreas se deben potenciar?
Es importante potenciar todas las áreas de inteligencia emocional, que incluyen el reconocimiento de emociones propias y ajenas, la regulación emocional, las habilidades sociales y la empatía. Cada una de estas áreas desempeña un papel vital en el desarrollo emocional saludable de los niños, y trabajar en todas ellas de manera equilibrada contribuirá a un crecimiento integral.
¿Por qué resulta tan importante la prevención?
La prevención nos permite abordar las emociones y los conflictos antes de que se conviertan en problemas más graves. Al enseñar a los niños y niñas a reconocer y manejar sus emociones desde temprana edad, se les dota de herramientas para afrontar las dificultades de manera adaptativa y reducir la probabilidad de que experimenten problemas emocionales o de conducta en el futuro.
¿Qué más acciones se llevarán a cabo desde el área infantojuvenil?
Desde el área infantojuvenil, se van a llevar a cabo diferentes acciones para apoyar el desarrollo emocional de los niños. El próximo año seguiremos contando con nuestros programas educativos en las escuelas que incorporen la enseñanza de habilidades socioemocionales, así como la formación a familias y profesionales docentes que trabajen directamente con los niños y niñas. Realizaremos nuestros talleres de sensibilización #RESET, #DESCUBRE y como novedad este año añadimos el taller ABRAZA-T en el que trabajamos la autoestima con alumnos/as de secundaria y primaria. Además tenemos programado crear un grupo de niños y niñas de primaria que trabaje la inteligencia emocional y las habilidades sociales durante todo el curso.
¿Qué se ha conseguido?
En el campamento se ha conseguido que los niños y niñas tengan una mejor conciencia de las emociones, reconocerlas en ellos mismos y en los demás. Han aprendido a realizar un buen manejo de las emociones, especialmente de aquellas que les puedan generar malestar. Han aprendido a reconocer señales de enfado y a poner en práctica las estrategias aprendidas para no gritar, pegar o romper cosas.
Los niños y niñas han podido practicar técnicas de habilidades sociales que les permitan poder relacionarse con sus iguales y crear relaciones afectivas sanas. Mediante técnicas de juego y role-playing han practicado la comunicación asertiva y la importancia de aprender a respetar sus opiniones y las de los demás.
Todos los días se han practicado técnicas de desactivación, han aprendido la respiración diafragmática y diferentes técnicas de relajación que pueden utilizar en su día a día cuando sientan que están nerviosos.
Los niños y las niñas participantes en el campamento han desarrollado una mejor imagen de ellos mismos, han explorado sus fortalezas y sus logros. Con esto se consiguió que tuvieran una mejor imagen de ellos y ellas mismas.
Los participantes han conseguido aprender cómo hacer frente a los problemas que les puedan surgir mediante la práctica de resolución de problemas. Han practicado diferentes estrategias para definir el problema y buscar la mejor solución.