PERIODICO EDICION 1
El profesor Jiménez Díaz actualmente es asesor científico de Salud Mental Salamanca AFEMC, así como miembro de honor de la entidad. Ha sido Catedrático de Psicología Clínica Infantil y de Psicología del Desarrollo en la Facultad de Psicología de la Universidad Pontificia de Salamanca y Médico Pedíatra del SACYL hasta su jubilación. Es Doctor en Medicina por la universidad de Salamanca y Licenciado en Psicología y Diplomado en Psicología Clínica por la Universidad Pontificia de Salamanca en donde fue Decano de la Facultad de Psicología y Director del Master en Psicología Clínica Infantil de dicha Universidad. También es Médico Pedíatra. Está especializado en Psicopatología Evolutiva y del Desarrollo. Actualmente, está escribiendo una obra con 16 temas monográficos de dicha especialidad. Seis de ellos ya están publicados y abordan: La enfermedad Mental Infantojuvenil, El Maltrato Infantil y Nuevas Tecnologías y Psicopatología Infantojuvenil: Las Adicciones. Una visión plural (formatos online y pasta blanda)

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Comprendo que el contenido de mi exposición en el blog no cubra expectativas que, a lo mejor, alguien que me haya podido escuchar o leer en la precedente sesión, se haya podido hacer, en el sentido de que me iría a centrar en “aspectos formales” de las estrategias sanitarias, escolares, sociales, tales como Guías, Protocolos, etc. Pero esa no es mi intención al abordar el tema, porque me parece que el problema es más amplio y profundo de lo que, en dichas publicaciones se suele recoger, después de que nos hayamos preguntado sobre el núcleo principal del problema ¿qué es lo que puede inducir a un niño/joven a decidir disponer de su vida?

Y en la exposición precedente ya apunté que existían factores de riesgo y vulnerabilidad y factores precipitantes, como también los hay protectores, afortunadamente, que de una manera u otra van a poder “justificar”, lo nunca justificable, de las razones últimas de una decisión tan dramática tan tempranamente. Los factores individuales y personales se sobreponen a los familiares, escolares y sociales, haciendo sumamente complejo el abordaje del tema.

Lo que voy a exponer, a continuación, está recogido, en buena parte, en el capítulo que sobre Las Conductas Suicidas en la etapa infantojuvenil que desarrollé en mi obra (publicada en Amazon- tapa blanda e e-book, para quien lo estime oportuno consultar y yo se lo recomiendo al interesado) titulada “Depresión infantil: consideraciones desde la psicopatología evolutiva. Las conductas suicidas en la etapa infantojuvenil”.

Y lo primero que hemos de decir es que la mejor estrategia, a pesar de las serias dificultades que implica su aplicación, y desde la que se debe partir es de la promoción de la salud mental.

¿Qué quiere decir esto?

Como resaltan figuras tan relevantes de la Psiquiatría Infanto-juvenil en nuestro país como Celso Arango, 2018, Presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, o  Fonseca- Pedrero, 2018, gran estudioso del tema,  y  nosotros  venimos insistiendo reiteradamente en todas nuestras publicaciones, es  que mientras no haya una concienciación política y profesional de que para prevenir en Salud Mental el mejor método es el de la Promoción de la misma en la población general no habremos conseguido el objetivo óptimo para crear una población mentalmente sana.  La propia OMS y UNICEF, 2021, viene planteando una iniciativa, “Ayudar a los Adolescentes a Prosperar” (HAT, en inglés) que buscan fortalecer las políticas y programas de promoción de la salud mental del adolescente, donde se incluye, entre otros, los riesgos de autolesión de los mismos.

Un proyecto, a nuestro parecer pionero en nuestro país fue el puesto en vigor por el Pedíatra, Ruiz Lázaro, que bajo el título “Promoviendo la adaptación saludable de nuestros adolescentes”, obtuvo el Primer Premio de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC) para Proyectos de Actividades Comunitarias en Atención Primaria en su convocatoria correspondiente al año 1998. Y que fue la base del presentado años después por el propio Ministerio de Sanidad y Consumo, 2004, bajo el mismo título y bajo su dirección, y cuyos Objetivos no me resisto a recoger:

GENERALES:

  • Ayudar a los padres o tutores a promover la adaptación saludable de sus adolescentes.
  • Aportar recursos y fórmulas a los adolescentes que les facilite el desarrollo personal y su adaptación saludable al entorno.
  • Entrenar a los adolescentes en las habilidades necesarias para elegir las conductas más saludables.

 

ESPECIFICOS:

B.1. En relación con los padres o tutores:

B.1.1. Conocer los factores que favorecen el desarrollo del adolescente y cuáles su deterioro.

B.1.2. Reflexionar sobre cómo mejorar las habilidades de diálogo de los padres o tutores con sus adolescentes.

B.1.3. Favorecer una actitud positiva de los padres o tutores hacia sus adolescentes que mejore la autoestima y la asertividad de los mismos y favorezca su desarrollo personal.

B.1.4. Concienciar a los padres o tutores de los beneficios que puede reportar dialogar con sus adolescentes sobre los comportamientos relacionados con la salud, planificar actividades juntos y actuar como modelos a imitar.

B.2. En relación con los adolescentes:

B.2.1. Conocerse y comprenderse mejor.

B.2.2. Aceptar la figura corporal.

B.2.3. Fomentar una visión realista y positiva de sí mismo y de las propias posibilidades.

B.2.4. Conocer y comprender mejor a los demás.

B.2.5. Aceptarse y aceptar a los demás.

B.2.6. Desarrollar la capacidad de expresar deseos, emociones o peticiones.

B.2.7. Desarrollar la capacidad de control libre y responsable de los deseos, emociones y conductas en relación con la salud.

B.2.8. Desarrollar la capacidad de aceptar o rechazar las demandas de los demás, resistiendo a las presiones externas.

B.2.9. Ayudar a comprender diferentes perspectivas de un problema o conflicto.

B.2.10. Saber afrontar los conflictos interpersonales.

B.2.11. Reconocer los valores de la familia, del entorno y de ellos mismos.

B.2.12. Comprender la forma en que los valores afectan a la conducta.

B.2.13. Practicar el establecimiento de metas a corto y largo plazo, y aprender a lograrlas.

B.2.14. Saber predecir los resultados de sus acciones

B.2.15. Ensayar un modelo para la toma de decisiones en relación con la salud.

Ya más centradas en la propia prevención de las conductas de riesgo son las que nos propone Fonseca Pedrero, Vicerrector de la Universidad de la Rioja, Profesor de Psicología en su III Plan de Líneas Estratégicas como “Pautas de Prevención en los Centros Escolares” que se resumen en:

  • Permitir que el alumno afectado se exprese y encuentre un lugar y una persona con la que poder comunicarse abiertamente.
  • Crear y supervisar redes de apoyo entre los pares para ayudar a aquellos alumnos que se encuentran en situación de riesgo.
  • Realizar actividades en el aula dirigidas a fomentar el entrenamiento en habilidades de solución de problemas, manejo de situaciones de crisis, formación en habilidades sociales y mejora de la autoestima.
  • Formación sobre el suicidio para familiares, compañeros, profesores y alumnos en situación de crisis. Conocer las señales de alarma es una herramienta poderosa para lograr hacer efectiva la prevención
  • Trabajo multidisciplinar entre servicios de emergencia, familias y/o profesionales especializados. Comunicación y trabajo en equipo para mejorar la situación de crisis y lograr la prevención de la conducta suicida

Alguien se preguntará ¿qué pretende este señor incluyendo este tipo de material en las estrategias sobre la conducta suicida infantojuvenil? Y la respuesta es muy sencilla y es por la que he iniciado esta exposición, avalada por autoridades en la materia y las propias OMS y UNICEF. Es necesario, para iniciar el adecuado control de esta problemática, empecemos promocionando la salud mental de nuestra sociedad (familia, medio escolar, pares, etc.), en general, y de nuestros niños/adolescentes, en particular.

Sobre programas de intervención y guías y protocolos de detección e intervención hay tantos, yo creo, como Comunidades Autónomas hay, y a nivel internacional también se han multiplicado.

El Ministerio de Sanidad ha presentado su estrategia de salud mental, que sustituye a la del 2009, con vigencia entre el 2022 al 2026, donde le presta una especial atención al apartado de las Conductas Suicidas contemplando la mejora del acceso a los servicios de Salud Mental de las personas con conductas suicidas, promover la formación de los profesionales para detectar el riesgo, completar un adecuado diagnóstico y mejorar el abordaje de la conducta suicida.

La estrategia se cimienta en los siguientes pilares fundamentales:

  1. Promoción de la salud mental y prevención de sus problemas
  2. Prevención, detección precoz y atención a la conducta suicida
  3. Atención basada en el ámbito comunitario
  4. Foco especial en la infancia y adolescencia
  5. Atención e intervención familiar
  6. Coordinación interinstitucional
  7. Participación ciudadana
  8. Formación y
  9. Investigación, innovación y conocimiento

Para ilustrar más, por si algún lector quiere profundizar en ellos (Guías, Programas o Protocolos), nosotros no podemos dedicarles más tiempo, les voy a proponer algunos ejemplos:

Protocolos realizados en Asturias, Castilla y León y Navarra, los Planes realizados en Castilla – La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, y el programa de Cataluña. Entre las Estrategias, las realizadas en Barcelona, Sabadell y Guipúzcoa (en el marco de la European Alliance Against Depression -EAAD-) y los realizados en Ourense, Oviedo y Madrid. (Interesados acceder a la Fundación Española para la Prevención del Suicidio)

En 2022 la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León presenta la Estrategia de prevención de la conducta suicida en Castilla y León 2021-2025. Y también de especial interés y fácil acceso es la Guía de prevención del suicidio que ha editado la Federación de Salud Mental de Castilla y León donde encontrarán una amplia exposición de las estrategias de Prevención e Intervención en nuestra Comunidad.

Para concluir en Europa y para poner un ejemplo está el programa SEYLE, entre otros, destinado a adolescentes, donde intervienen 12 países europeos (Alemania, Austria, Eslovenia, España, Estonia, Francia, Hungría, Irlanda, Israel, Italia, Rumania y Suecia) para reducir el suicidio entre adolescentes a través de la psicoeducación en el ámbito escolar dirigida a educadores, alumnos y familiares. España participa a través de la Universidad de Oviedo.