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Ya en la primera sesión del Blog en la que expusimos la breve historia de nuestra Sección Infantojuvenil en SALUD MENTAL SALAMANCA apuntábamos que íbamos a iniciar el desarrollo, basándome en las publicaciones que, periódicamente, voy haciendo de mi obra Psicopatología Evolutiva Infantojuvenil, sobre temas de palpitante actualidad, relativos a la Enfermedad Mental infantojuvenil para que cuantas personas, profesionales o no, que tengan acceso a este blog puedan ir poniéndose al día en cuestiones que, quizá de otra manera, no les resultara fácilmente accesible su conocimiento. En el caso de los profesionales (Médicos, Pedíatras, Psiquíatras, Enfermería, Psicólogos/as, Pedagogos/as, Educadores Sociales entre otros) con el fin de que puedan ir poniendo al día sus criterios sobre dichos temas y en las personas interesadas, en general, para que se conciencien de la importancia que, en el día a día, pueda tener su conocimiento.
Y como no podía ser de otra manera, y siguiendo el criterio de base planteado, vamos a empezar analizando el primer tema de la obra (LA ENFERMEDAD MENTAL INFANTOJUVENIL) sobre una cuestión de la que creo imprescindible partir y creo es de interés general. Y es plantearse el interrogante ¿EXISTE LAENFERMEDAD MENTAL INFANTOJUVENIL?
Ya apuntábamos en nuestra exposición del blog anterior que existen datos científicos contrastados, de imprescindible conocimiento, que nos ponen en la pista del interés de este interrogante: uno que alrededor del 20% de las personas (infancia-juventud) en fase de maduración habrán de padecer, a lo largo de la infancia o adolescencia, algún tipo de problema psicológico, de mayor o menor significación clínica y de mayor o menor carácter reversible. Dos, alrededor del 50 % de las enfermedades mentales del adulto tienen su inicio en la infancia o juventud.
Ya en el 2005 la OMS publicaba una amplia estadística mundial, sobre la Prevalencia de los Trastornos Psiquiátricos en niños y adolescentes, donde ya se destacaba:
- En países “avanzados económica y socialmente” como Alemania, Canadá, Suiza, EEUU, la prevalencia oscilaba alrededor del 20%. En España la prevalencia, ya entonces era del 21,7 %
- En países con niveles económicos y sociales inferiores, como Brasil, La India, sin embargo, la prevalencia desciende alrededor del 12,7 %.
Habría que preguntarse la razón de esta discrepancia hacia estos últimos países.
Estos datos ya nos van dando una pista de que, independientemente, del término que queramos utilizar o que nos parezca más oportuno cuando nos refiramos a la Enfermedad Mental Infanto-juvenil (problemas psicoclínicos, psicopatología infantojuvenil), lo cierto es que, de la misma manera, aunque con distintas fórmulas expresivas, en la infancia y juventud se padecen procesos en todo identificables a los propios del adulto (ansiedad, depresión, psicosis, esquizofrenia, trastorno de personalidad, etc. etc.). El problema radica en que, para el profesional, no son fáciles de identificar tempranamente, por sus características específicas de expresión, con las secuelas que de su tardío reconocimiento pueden derivarse, y para el profano, público en general, aunque se reconozca existe un problema o bien no se quiere reconocer, es lo más frecuente, o se espera que el paso del tiempo termine resolviéndolo.
Para quienes me conozcan saben que yo suelo repetir frecuentemente lo siguiente
NO SE DIAGNOSTICA LO QUE SE IGNORA.
Si empezamos por el principio, intentar dar una definición al concepto de Enfermedad Mental Infanto-juvenil, quizá pueda valernos la que propone la que FEAFES CASTILLA Y LEON propuso en su día, con carácter general, al referirse a la Enfermedad Mental como “una alteración de tipo emocional, cognitivo o del comportamiento que quedan afectados procesos psicológicos básicos como son la emoción, la motivación, la cognición, la conciencia, la conducta, la percepción, la sensación, el aprendizaje, el lenguaje, etc. lo que dificulta a la persona su adaptación al entorno cultural y social en que vive y crea alguna forma de malestar subjetivo.
Seleccionar esta definición, como podríamos haberlo hecho de otra, aparte de por ser la propia propuesta en su día de nuestra Federación, es porque recoge, aparentemente en plan cajón de sastre, las múltiples facetas de la personalidad del sujeto que pueden verse afectadas (cognición, emoción, adaptación social, etc.) aunque cada proceso clínico tenga sus propias peculiaridades expresivas.
La DSM V, en el 2013, por contrastar la precedente, habla de Enfermedad Mental, en general, para referirse a un síndrome caracterizado por una alteración clínicamente significativa del estado cognitivo, la regulación emocional o el comportamiento del individuo, que refleja una disfunción de los procesos psicológicos, biológicos o del desarrollo que subyacen en su función mental.
Si nos centramos más en nuestro enfoque de la Psicopatología Evolutiva tendremos que recoger la “definición” que Rutter, profesor de Psicopatología del Desarrollo del Instituto de Psiquiatría King´s College de Londres, eminente especialista del tema, nos aportó al referirse al niño/joven, en el sujeto en desarrollo, niño-infante o adolescente, en el proceso dinámico e interactivo del desarrollo normal pueden establecerse desviaciones que, por las peculiaridades que proporciona cada momento evolutivo, van ofrecer asimismo sus propias características, y en el que el agente, a diferencia de las concepciones tradicionales, no depende solo de elementos causales propios sino que, interactivamente, el desarrollo del proceso es o puede ser fruto de la contingencia de varios elementos causales (personalidad, familia, medio social o cultural.
Pero planteado el concepto, ha de tener sus obligadas precisiones cuando se hace referencia a la etapa infantojuvenil como podemos ver. Y es que no se puede olvidar que tanto el niño como el joven son personalidades en proceso de desarrollo y maduración en los que el mismo será un condicionante esencial en la forma en que puedan verse afectados estos principios básicos (cognitivos, emocionales, sociales), potencialmente disfuncionales, independientemente de las causas que puedan originarlos.
Y de la significación que puedan tener la edad y la madurez podremos deducir la especificidad que puedan tener los problemas psicoclínicos, condicionados por las siguientes condiciones:
- La etapa infantojuvenil representa el 25 % de todo el ciclo vital
- Es el período de máxima vulnerabilidad del ciclo vital, precisamente por la inmadurez que en todos los procesos psicológicos básicos (cognición, emocionalidad, sociabilidad) se da
- Por el fundamental papel que determinados fenómenos actuales de nuestra sociedad pueden tener en el origen de sus problemas psicológicos; desmembración familiar, influjo de los sistemas multimedia, impactos sociológicos de violencia y maltrato, entre otros.
Y de lo precedente podremos ir extrayendo algunos Rasgos propios de los problemas psicoclínicos infantojuveniles que han de resultar fundamentales cuando nos refiramos a la Psicopatología de dicha etapa vital.
- Empecemos por el concepto de Cronodependencia con el que queremos expresar, algo ya comentado anteriormente, que el enfermar psicoclínico infantojuvenil no depende tanto, aunque sí dependa, de los factores que le originan sino del momento de maduración evolutiva en el que dichos factores actúan.
Así un fenómeno, potencialmente traumático, psicológicamente hablando, como la separación de los padres o la falta o el fallecimiento de alguno de ellos, siendo la misma causa habrá de dar distintas formas, por decirlo de alguna manera, de reacción dependiendo de la edad, e incluso del sexo, en que se produce. En el niño pequeño puede derivar en un problema de conducta, aislamiento, descenso en el rendimiento escolar y en el joven o adolescente en aislamiento, agresividad, problemas de alimentación, de sexualidad. etc. La forma expresiva es diferente dependiendo del nivel de maduración adquirido por el sujeto en cada etapa evolutiva.
Así, muy resumidamente, podemos establecer que hay procesos de inicio muy temprano, incluso desde el nacimiento (trastornos del espectro autista, discapacidades cognitivas, patología psicomotriz, etc.). Otros también de inicio temprano, pero de curso variable, incluso hacia la reversibilidad (alteraciones de la conducta, de la atención, psicomotrices, etc.). Y al fin otros de inicio más tardío (alteraciones del estado de ánimo, formas clínicas de psicosis o esquizofrenia, trastornos de personalidad, etc.). Hay una dependencia cronológica íntimamente relacionadas con el nivel de maduración de la persona en desarrollo. Aparte, obviamente, de los factores causales que produzcan la disfunción, pues, por ejemplo, en los más tempranos tendrán una mayor significación los biológicos (genéticos, constitucionales -temperamento/carácter, etc.) y en el niño mayor los contextuales y ambientales.
- Otro rasgo característico de sus procesos psicoclínicos es el Grado de reversibilidad o Irreversibilidad de los mismos. En este sentido se ha de ser especialmente cuidadosos, tanto los profesionales como el propio contexto general del niño (familia, medio escolar) en no poner “etiquetas” precipitadamente al encontrarnos ante una determinada conducta desviada de un niño. La posible reversibilidad de dichos procesos no es infrecuente en dependencia con diversos factores personales o contextuales. Por poner un ejemplo ilustrativo, el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), tan pródigamente diagnosticado, ya que representa que el 5 % de la población infantil lo padece, suele tener una regresión espontánea hacia la normalidad de tal manera que solo el 25 % de los niños que lo padecen llegan a adultos con el proceso.
En este punto es preciso insistamos también en que si es difícil establecer en el adulto los límites entre Conducta Normal y Anormal en el caso concreto del niño es aún más difícil pues, evolutivamente, pueden darse conductas que, aparentemente, son anormales en una determinada edad no siéndolo en etapas posteriores. Por poner un ejemplo, la característica conducta negativista del niño de 2 años, consecuencia de su intento de autoafirmación temprana, proceso en todo normal, solamente adquirirá caracteres psicoclínicos cuando se presenta en edades posteriores, que ya no corresponde su expresión, y en la medida de la intensidad y gravedad de la conducta.
- Otra característica, que sí puede coincidir en el adulto, es el la Comorbilidad, o sea la posibilidad de que coincidan rasgos de dos o más categorías psicoclínicas (ansiedad y depresión, TDAH con trastorno de conducta, TDAH y problemas de aprendizaje. etc.) lo que hace muy difícil el diagnóstico para el profesional al no haber una expresividad pura y neta y para el público en general que, por razones obvias, carece de capacidad de discernimiento.
- Como, a veces, se hace preciso, sobre todo para el profesional que ha de abordar el tratamiento, discernir y afinar el diagnóstico, es usual, clínicamente hablando, aceptar un diagnóstico principal, generalmente el que más manifestaciones presenta o de mayor gravedad, ya que tanto cualquier abordaje terapéutico (psicofarmacológico o psicoterapéutico) así lo hacen aconsejable.
- Otro aspecto fundamental a considerar brevemente es el de la Continuidad/Discontinuidad de los Problemas Psicoclínicos Infantojuveniles de la infancia a la adultez, que engarza con el de reversibilidad/irreversibilidad. Voy a aportar algunos datos para que nuestros lectores se hagan una idea:
- Respecto a la Esquizofrenia, Zeitlin, en sus propios estudios considera que el 50 % de los adultos esquizofrénicos han presentado síntomas psiquiátricos diversos en la etapa infantojuvenil. Aunque solo unos pocos desarrollan una psicosis.
- En el caso de la Conducta Hiperactiva (TDAH), Lie, en estudios retrospectivos y prospectivos, concluye que aproximadamente 1/3 de los sujetos siguen con la sintomatología en la edad adulta.
- Respecto a la conducta antisocial un amplio estudio de Melbin estimaba solo un 12 % de la población estudiada presentaba manifestaciones residuales.
- El Trastorno Obsesivo Compulsivo es el que presenta una mayor continuidad a la vida adulta.
- Algo semejante han deducido varios trabajos, Kovacs, Harrington en lo que hace referencia a los Trastornos Afectivos, concretamente la Depresión.
La aplicabilidad del modelo propuesto desde la Psicopatología evolutiva en la clínica sería,
Las situaciones clínicas en estas etapas son un proceso
- Sus inicios pueden tener un origen remoto
- Los factores de crecimiento y desarrollo juegan un papel esencial
- El crecimiento físico correcto, no garantiza la normalidad
- Alta vulnerabilidad en estas edades
- Acumulación de factores psicosociales determinantes
- Otro aspecto que no quiero olvidar en esta primera exposición sobre Características Generales de los procesos psicoclínicos infantojuveniles es el de la existencia de Factores de Vulnerabilidad y Riesgo y Factores de Protección, por la importancia que puedan tener tanto para el profesional que nos consulte como para el público en general que nos lea.
Resumidamente podremos considerar que hay Factores de Riesgo y de Protección Personales, Familiares, y Contextuales de los que vamos a intentar hacer una sintética exposición para ofrecer una aproximación al lector.
De los Factores de Riesgo Personales a destacar estarían los relacionables a circunstancias tempranas de corte más biológico (la prematuridad, el Bajo Peso al nacer, malos tratos, desatención temprana, problemas de vinculación, entre otros) a otros más relacionables con patrones de Temperamento y Personalidad (poca responsividad, apatía, temperamento difícil, hiperactividad, baja autoestima y capacidad de procesamiento o habilidades sociales, discapacidad cognitiva y/o emocional).
De los Factores de Riesgo Familiares destacar las deficiencias de atención temprana, problemas psicopatológicos, consumo de sustancias, deficiencias educativas, acontecimientos estresantes familiares, escasa red de apoyo social, entre otros.
De los Contextuales es preciso señalar, el desempleo, la pobreza económica o cultural, el escaso apoyo social, marginación, entre otros.
En contraposición los Factores de Protección vendrían a corresponder a los opuestos a estos anteriormente expuestos. Así de los Personales destacar el buen trato temprano con adecuadas figuras de apego, el temperamento fácil, la buena autoestima y capacidad de razonamiento, habilidades sociales y tendencia a la prosociabilidad, entre otros.
De los Factores Familiares y contextuales destacar, el estilo educativo democrático, ausencia de acontecimientos estresantes, adecuada salud mental, buena red de apoyo social, entre otros. Así como la buena situación económica, ambiente democrático y culturalmente eficiente, dentro de los Contextuales.
Con esto damos por concluida la primera parte de la exposición referida al concepto de enfermedad mental infantojuvenil en el que hemos desarrollado algunas de las características generales propias de esta etapa del ciclo vital.
Reservamos para otra segunda parte expositiva, en el blog siguiente, en la que nos centraremos en las Características Específicas propias de cada momento evolutivo infantojuvenil, así como los Problemas Psicoclínicos más específicos de cada etapa con lo que cerraremos la exposición de este importante tema.
El lector de este blog interesado en completar las ideas que hemos pretendido sintetizar en esta exposición podrán hacerlo acudiendo a nuestra publicación titulada LA ENFERMEDAD MENTAL INFANTOJUVENIL publicada en tapa blanda y e-book en AMAZON KINDLE.
LIBROS
TEMA UNO. ¿Existe la enfermedad mental infantojuvenil? (PUBLICADO)
Conceptos generales sobre psicología y Psicopatología Evolutiva
Infantojuvenil.
1. Características específicas de la psicopatología evolutiva
infantojuvenil:
1.1. Prevalencia de trastornos en la infancia y la adolescencia.
1.2. Cronodependencia.
1.3. Continuidad/discontinuidad.
1.4. Comorbilidad.
2. Características evolutivas, requerimientos educativos, problemas
comunes de cada etapa y desviaciones psicoclínico evolutivas.
3. Sistemas de clasificación en psicopatología IJ.
TEMA DOS. Perspectiva general de los factores etiológicos en psicopatología evolutiva infantojuvenil. Para profesionales de Salud Mental y Educación. (PUBLICADO)
TEMA TRES. La prevención, detección precoz y evaluación en psicopatología evolutiva infantojuvenil. Peculiaridades y condiciones específicas de la evaluación en la etapa infantojuvenil. El psicodiagnóstico infantojuvenil: su metodología e instrumentos (PUBLICADO)
TEMA CUATRO. Grandes retos de la humanidad y Salud Mental Infantil:
– Papel del medio ambiente.
– Papel de la alimentación.
– Papel de la higiene/sanidad.
– Papel de la educación.
INDICE TEMAS VOLUMEN DOS
TEMA UNO. Los trastornos de la conducta en la infancia. (PUBLICADO)
TEMA DOS El maltrato infantil. (PUBLICADO)
– Repercusiones infantiles de la violencia familiar.
– El acoso escolar.
TEMA TRES. Análisis crítico del concepto clínico de TDAH.
TEMA CUATRO. Psicomotricidad, Aprendizaje y Conducta. (PUBLICADO)
INDICE TEMAS VOLUMEN TRES
TEMA UNO. DESÓRDENES DE ANSIEDAD EN LA INFANCIA. FORMAS EXPRESIVAS (PUBLICADO)
1. la ansiedad infantil fenómeno socioclínico
2. conceptos evolutivos sobre la ansiedad infantil
3. factores determinantes de la ansiedad infantil
4. neurofisiología de los circuitos integradores de los estados emocionales
5. manifestaciones de ansiedad y miedo según la edad
5.1. trastornos de ansiedad
a) ansiedad generalizada
b) ansiedad de separación
c) mutismo selectivo
d) estress postraumático
5.2. fobias infantiles :
a) fobias simples o específicas
b) fobia o ansiedad social
c) fobia escolar
5.3. trastornos obsesivo-compulsivos
6. la evaluación de los trastornos de ansiedad
7. propuesta de modelos preventivos y de intervención
Anexo: reflexiones sobre un caso de mutismo selectivo
TEMA DOS Depresión infantil: consideraciones desde la psicopatología evolutiva. Conductas suicidas en la infancia /juventud. (PUBLICADO)
TEMA TRES. Las manifestaciones PSICOSOMÁTICAS como expresión evolutiva. (PUBLICADO)
Trastornos Principales Patología Psicosomática. Trastornos precoces. De la esfera respiratoria: Asma. Trastornos del sueño. Trastornos esfinterianos. Trastornos de la Conducta Alimentaria: Anorexia. Bulimia.
Evaluación Patología Psicosomática infantojuvenil. Tratamiento.
TEMA CUATRO. Nuevas tecnologías y psicopatología infantojuvenil: las adicciones. Una visión plural. (PUBLICADO)
INDICE TEMAS VOLUMEN CUATRO
TEMA UNO. Los trastornos Generales del desarrollo:
– Concepto general.
– Discapacidades cognitivas (generales y específicas).
– Trastornos del Espectro Autista.
– Otros cuadros.
TEMA DOS. Psicosis y Esquizofrenia infantojuvenil. (Pendiente de publicación)
TEMA TRES. Disfuncionalismos Psicológicos en la infancia y Trastorno de Personalidad en la Infancia/adolescencia (Pendiente de publicación).
TEMA CUATRO. Psicofarmacología y/o Psicoterapia aplicada a la Psicopatología infantojuvenil. (PUBLICADO)